XIII

Una vez percatada de que tú también te hallabas despierto y de que mi cuerpo se mantenía colocado. Todas las piezas, incluyendo las extremidades, en su sitio. Y al saber que no eran sólo ilusiones mías sino que la revocada y blancuzca me las devolvía.

Entonces, me daría la vuelta decididamente, para darte la espalda. Mi espalda rozaría tu pecho y sentiría el cosquilleo de tu bello. Incluso, poco a poco, iría sintiendo dos pequeños granitos, diminutos y paralelos.

Mis nalgas seguidas por mis pantorrillas se posarían sobre tus piernas también dobladas, encajadas con las mías como un puzle. Un cuerpo que siempre encuentra en el otro la pieza que le falta. Aunque aún no hubiese sentido nada decidido y grueso entre tus piernas.


Acurrucada en tu regazo seguiría soñando despierta y tú me olerías el cuello para asegurarte de que era la misma de siempre, la misma de ayer por la noche. Con el recuerdo como la primera pieza de un dominó que empuja a la otra potenciándola hasta la infinita, una convulsa sacudida recorrería nuestros cuerpos, primero el tuyo y más tarde el mío. Desde el corazón todas las venas hasta los más lejanos y extremos capilares, como carreteras que se extienden por el mundo hasta el más allá. Y entonces sí.

miércoles, 7 de septiembre de 2011
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XII

"¡Soledad! ¿Acaso conoces tú la soledad? Sí, la de los poetas y la de los impotentes. ¿Soledad? Pero ¿cuál? ¡Claro, tú no sabes que solo no se está nunca! ¡Y que por todas partes nos acompaña el mismo pesado fardo del futuro y del pasado! Los seres que hemos matado están con nosotros. Y con ésos aún sería fácil. Pero están también los que hemos amado, los que no hemos amado y nos han amado, y los remordimientos, el deseo, la amargura y el goce, las putas y la pandilla de los dioses. ¡Solo! ¡Ah, ojalá, en vez de esta soledad envenenada de presencias que es la mía, pudiera disfrutar de la auténtica, del silencio y del temblor de un árbol! ¡La soledad! No, Escipión. La soledad la puebla un rechinar de dientes y en toda ella resuenan ruidos y clamores perdidos. Y junto a las mujeres a las que acaricio, cuando cae la noche sobre nosotros y, alejado de mi carne por fin satisfecha creo asir un asomo de mí mismo suspendido entre la vida y la muerte, entonces mi soledad entera se llena del agrio olor del placer que desprenden las axilas de la mujer que aún dormita a mi lado."


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XI

Cronómetro roto desde que empiezas, suave ritmo de barco que os mece al principio del viaje y agitada marcha de baquetas sobre el tambor en el momento de los fuegos artificiales.      Respiraciones con historia y ojos muertos veo.    Suspiros con olor a sudor y músculos con alas.      Cómo una dulce canción, bailando vals en horas desamparadas de las que la gente pudiera conocer.      Sí, somos nosotros conociendo secretos en cuestión de segundos.    Un infinito memento por cada débil parpadeo.         Labios que parecen escribir.     Ojos que suelen reír y chillar.      Dos cuerpos comparados con las alas de un pájaro... parejas al vuelo (ahora girando).       Crujidos de madera se mezclan con carne sin termómetro y un acorde se mete en mis venas.     Cómo agua fluimos frenados por un muro débil, ahora "lebenswelt" y sus tijeras pretenden cortar la cuerda del ascensor por el que subimos (al séptimo).       Sensación de pluma con peso de plomo.      Esquina triangular ahora en equilibrio, con calor y ritmo mutuo.      Como gatos apartados de la sociedad vivimos ahora, maullando en nuestra soledad y en un rincón donde queda marcado el infinito.             

lunes, 15 de agosto de 2011
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aMor#


Desde que era niño, he ido observando la actitud de la gente. Cómo se comportan ante los demás, qué defectos muestran... y qué virtudes. Personas a las que un ángel tocó con sus finos dedos otorgándoles algún tipo de don, exponen sus virtudes ante el público. Esto me enseñó a respetar a todas estas personas, y comprender cuán ardua era su tarea. Por eso, en mi vida tan solo me centro en las cosas que realmente me gustan, o estoy 
predestinado a hacer.

Veo a poetas escribir los más hermosos poemas jamás escritos por cualquier corazón, y les aplaudo. Les aplaudo desde lo más profundo de mí, reconociendo su mérito. Y por eso nunca me digné a escribir poesía; por no faltar el respeto a estos poetas. Sí es cierto que en soledad lo intenté, pero nunca exponiéndolo a un público 
esperando algún tipo de reconocimiento. Básicamente lo hago por respeto.

Así que, cada pez en su charca.


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X

Comienza una nueva vida para ti. Olvida el pasado. Olvida los textos. Olvida "Don't Forget Me". Olvida a sentir. Olvida cada palabra escrita. Olvida cada sentimiento que te produjeron esas palabras. Olvida la música de fondo. Olvida todos los títulos. Olvida las historias, los personajes y los lugares. Olvídalo todo, porque ya no existe. Y en 90 días, nunca volverá aquel blog.

viernes, 12 de agosto de 2011
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IX

En la acera brillan los charcos y los destellos del sol hacen juego con tu color de piel... ¿Cuánto crees que me cuesta tenerte? Sonríe, ahora haré que vivas en el primer mundo. Chillin', luces de colores reflejando mi ataúd. Me pregunto para que aprender idiomas si -enfusión- no existen las fronteras. "Prefiero la vida española a la francesa, vuelta y vuelta echándole especias y nada se desprecia." He vivido en ambas, he vivido en el ámbar y creo que no lo estoy describiendo... Pero tengo mucho dolor acumulado en el pecho, confío en esos siete pares huesos duros y en tu voluntad para no hacerme un roce, mi próxima cicatriz mal curada, pero sé qué acabaré disolviendome en esa úlcera...

domingo, 17 de julio de 2011
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VIII

Me cansáis. Todos me cansáis. Me canso de las putas modas. Me canso de que sigáis lo que sigue la mayoría. De que no tengáis vuestra propia opinión. De que no la deis por vergüenza a lo que piensen. De los que se creen guays. De los que se creen una puta mierda. De los que critican a los que desconocen algo, y de los que lo conocen todo. De los 'rollitos'. De los que odian las modas. De los que tienen su estilo propio y se repiten hasta la saciedad. De los que escuchan siempre la misma música. De los que varían en sus gustos musicales. De los que no tienen gustos musicales. De las contradicciones, y de las no contradicciones. De los que un día piensan blanco, y otro día piensan negro. De los que un día piensan negro, y al otro blanco. De los que no piensan.

Me cansáis. Todos me cansáis. Me canso de todo. Me canso de mi mismo.

viernes, 15 de julio de 2011
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